domingo, 5 de noviembre de 2017

Esto es nuevo

Echando la vista atrás, e incluso en el presente, la vida ha estado llena de gente armarizada, entre los que me incluyo. Desde gente que ha lleva una doble vida hasta, como era mi caso, ser un mar de dudas que retrasaban constantemente el dar el paso y admitir las cosas de una vez por todas.

El concepto de dar el paso lo tuve acompañado de la idea de que, si ya hacías algo "quedabas marcado". Es por eso que lo pensé mucho durante años antes de lanzarme a la piscina. Hoy ya lo veo como un error.

Uno de los motivos que se dan cuando alguna persona famosa sale del armario es el hecho de ser referente para esas personas que, de alguna manera, no tienen bastón en el que apoyarse. En mi caso, no me siento que deba ser un referente positivo para nadie, no siento que alguien deba hacer las cosas como las hice yo. Sin embargo, puedo ir con la cabeza bien alta de haber sido consecuente y no haber hecho daño a nadie más que a mí mismo con mis decisiones equivocadas.

Es por eso que, lo que ha pasado con Kevin Spacey me ha llamado mucho la atención. Que una persona famosa haya salido del armario con la esperanza de que, al hacer pública su homosexualidad, sirva de purga para disimular actos de una cierta gravedad como son los abusos sexuales. No recuerdo haberlo visto antes (caso Arny aparte).

Y creo que es la primera vez que me he sentido avergonzado al ver una salida de armario de alguien.

Pseudoalucinación parasitaria de hoy:  Cripple and the Starfish - Antony and the Johnsons.