lunes, 26 de octubre de 2015

Dar y recibir

Hace unos días me enteré que mi vecino está bastante mal de salud. Es un hombre mayor y lo han metido en una residencia. En la casa, aparte de él, viven dos hijos: uno es drogadicto y el otro no tiene oficio ni beneficio después de salir de la cárcel. Está separado; en tiempos le pegaba a su mujer y, obviamente, ella ahora no quiere saber nada. Actualmente se ha hecho cargo una de sus dos hijas; hacía años que no le hablaban ninguna de las dos pero, según ella, las cosas vienen así y hay que apechugar con ellas.

Lo cierto es que da la sensación de que se lo ha buscado. Aparte de lo de su mujer y las dos hijas que perdió, ha ido haciendo feos por la vida a todo el mundo y se ha acabado quedando solo. Hace años ya, cayó en una depresión y no salía de casa. A los únicos que tenía a su lado era a sus dos hijos, y si no fuese por la pensión que mantiene a los tres a saber si seguirían ahí.

Luego está el caso de otro conocido. Por aquí nos conocemos unos cuantos por aficiones comunes. Hay uno de este que la han acabado echando a patadas de todos los lados porque las lía. Mantiene amistad con otra persona, ésta no sé si está ciega o qué porque parece no ver todo lo que hace. Quizás piensa que estando con él a las duras y a las maduras da más valor a la amistad.

Yo pienso que eso es una equivocación. Yo a mis amigos les intento transmitir que sean consecuentes. Si hacen algo que yo no comparto se lo hago saber y si me tengo que enfadar y, en casos extremos, alejarme, lo hago. Siempre he pensado que la soledad puede ser beneficiosa, que puede hacer recapacitar. En cambio, si tienen a alguien detrás tapando la mierda se van a sentir reforzados en sus actos.

Es por eso que nunca he tenido reparos en darle a alguien la espalda, como siempre he respetado que a mí me la den. También yo te tenido mis épocas de no tener a casi nadie, y me hicieron reflexionar. Tengo el convencimiento de que, por puro egoísmo, no soy el único que actúa así y que, en la mayoría de los casos, es positivo.

Como última reflexión, ¿cuántas amistades "previas a su caída" les quedarán a gente como Bárcenas o Roldán? ¿Tendrían amigos de verdad o sólo por interés y habrán huido porque "ya no es guay" que te vean a su lado?

Pseudoalucinación parasitaria de hoy: Eleanor Rigby - Beatles.

martes, 20 de octubre de 2015

Versiones y perversiones XIV

No saco tiempo para escribir. Esto de tener que acabar las cosas que se quedan a medias con 40 horas semanales ya no disponibles y viajes de formación de por medio hace que no haya tiempo para todo. Antes de nada, la versión de este mes.

Supongo que os acordaréis de la película "Studio 54" de finales de los 90. Yo no la vi pero la BSO cayó en mis manos en su momento. Era un recopilatorio de canciones "disco" setenteras junto con esta canción interpretada por Amber, Ultra Naté y Jocelyn Enriquez. Creo que era la única que se grabó explícitamente para la peli:


Yo no supe hasta tiempo después que era una versión del canadiense Gordon Lightfoot allá por 1970. Expongamos la ecuación: cantautor folk + reciente divorcio inspirador de canciones = bajón asegurado. Supongo que, como pasó la otra vez, me quedaré solo defendiendo la original, pero ¡me encanta!

Por cierto, al cantante no es que se le vaya el playback; es que han montado la grabación de estudio sobre una actuación en directo y lo han subido a internet:


¿Cómo esa canción tan "antifiesta" pudo acabar en las pistas de baile? Quizás Viola Wills pueda dar alguna pista.