martes, 28 de abril de 2015

Pequeños placeres cotidianos

Las situaciones personales de cada uno suelen variar a lo largo de los días. Hay algunos en los que la vida nos sonríe pero otros en los que todo se ve gris y lo que es peor, a veces se alargan más de lo necesario. Cuando eso ocurre, nada mejor que saborear los pequeños placeres que el entorno que nos rodea nos ofrece, cual perrillo al ver un trozo de salchicha que su dueño tiene entre manos y que va a parar a su boca.

Amigos que viven lejos y que vienen a pasar una temporada aquí cerca, excursiones inesperadas, tiempo que paulatinamente va abandonando el frío a favor de la luz del sol, etc. Son cosillas que no solucionan la vida como el gordo de la lotería pero dan un poco de color a la rutina diaria.

La primera alegría tiene que ver con mi coche. Llevaba unos meses que el motor me estaba tocando las narices bastante. Cuando le daba la gana se paraba y no quedaba otra opción que parar en el arcén y esperar a que le diese la gana de arrancar. Un par de veces apareció la policía y una de ellas dos fornidos agentes tuvieron el detalle de empujarlo hasta un camino, para mi tranquilidad y los del resto de usuarios de la vía.

Después de acabar con mi paciencia (en la medida de lo posible intento reparar yo mismo lo que puedo) lo llevé al taller y estuvo tres semanas, en las que el motor no dio fallo alguno. Los pobres mecánicos tocaron alguna cosa a ojo y hace dos sábados, con la compañía de alguien experto en estos menesteres, lo saqué a la carretera. El coche se portó, funcionando muy bien durante 150 - 200 km. para mi regocijo y tranquilidad.

Otra pequeña alegría vino hace dos días mediante la música. A veces tengo puesto un canal musical mientras estoy por casa y empezó a sonar la canción que viene a continuación. Supongo que la mezcla de esa potencia, ese videoclip a modo de collage y el guitarrista que está como un queso ha hecho que lleve desde entonces sin parar de oírla, además de provocarme un subidón cada vez que suena. Dadle al play y abrid vuestro corazón y alma, como bien reza.

Pseudoalucinación parasitaria de hoy: Heart & soul - Twin Atlantic.

martes, 21 de abril de 2015

Me sobra demasiado tiempo

He de confesar que cuando uno no tiene que perder ocho horas (al menos) en el trabajo durante cinco (o más) días a la semana, queda tiempo para hacer las cosas más absurdas que uno puede imaginar. Uno de mis pasatiempos ha sido buscar momentos de la televisión que quedaron agarrados a mi memoria y de los que no tengo ningún tipo de datos gracias a internet.

Hace un tiempo ya os hable de Ana y Johnny. Escuché por primera vez el trozo final de su canción más famosa en un programa que hizo Guillermo Summers con motivo del 50º aniversario de RTVE. Sólo recordaba que era de mediados de los 70 y que debajo del nombre de la cantante (porque ni siquiera recordaba que era un dúo) ponía la coletilla "Gritar...".

Pues bien, para eso tuve que buscar todos los programas de la serie y tragárme los que abarcaban la mencionada década. Al final, en el programa que recordaba la etapa posterior a la muerte de Franco apareció el nombre del grupo. Con ese dato y ya mediante una sencilla búsqueda en Google salió el nombre de la canción.

La última cosa rara que me ha venido a la cabeza era una persecución entre dos coches que se me quedó grabada hace 25 años y que salía en la promoción que TVE hacía de la serie italiana La Piovra. Dicha serie tiene cuarenta y ocho capítulos y lo único que tenía era el modelo de coche en cuestión. No era plan tragármelos todos sólo por ver el trozo.

Gracias a IMCDB pude avanzar muchísimo en mi trabajo. Para que os hagáis una idea, es una base de datos donde se catalogan los coches que salen en películas y series y además te los clasifica en función del protagonismo que tienen. En el caso de estas últimas además, te da la temporada y el capítulo en el que aparecen. Filtrando los resultados, los capítulos en los que aparece el susodicho coche con un mínimo protagonismo se quedan en seis. A partir de ahi, internet mediante, apareció la escena en la 5ª temporada.

Friki que es uno...

Pseudoalucinación parasitaria de hoy: Time (clock of the heart) - Culture Club.


viernes, 17 de abril de 2015

Versiones y perversiones VIII

Las imprudencias se pagan y lo estoy comprobando en mis propias carnes. Al igual que con el permiso de conducir por puntos, que si cometes muchas infracciones tienes que hacer un curso de recuperación, creo que pasa lo mismo con el maricarnet. El no enterarse que Madonna saca disco nuevo este año, o que de las cinco canciones que pone Un-angel en su blog no conocer más que una, o no haber estado nunca en un Ikea van minando poco a poco la cartera de puntos.

Pero lo que ha dado la puntilla es que no había escuchado la canción de Eurovisión del año pasado hasta hace un mes. Eso supone infracción muy grave y la pérdida de seis puntos, a los que hay que sumar los perdidos por las faltas leves anteriores, así que me toca hacer el curso de recuperación. Por fortuna, el hecho de tener un blog, saberme la letra del I will survive y medio conocer la del Believe me han convalidado las horas de curso por una perversión que tiene que ir dedicada impepinablemente a la Ciccone. Así que ahí va el Hung Up:


Lo fácil habría sido poner ahora la canción original de ABBA, o a La Terremoto de Alcorcón. Quizás ir un poco más lejos y poner el jingle que hizo allá por 2007 un canal musical de Oriente Medio, pero no. En lugar de esto, va una canción que grabó Marisol a principios de los 70 y que no tiene nada que ver... Pero atentos al corte de pelo y a ciertos pasos de baile:


Hay ratos que le veo mucho parecido a la coreografía. ¿A vosotros qué os parece? ¿Encontráis similtudes o no? ¿Creéis que es casualidad o una "perversión" de La Ambición Rubia?

Como última curiosidad, este tema de Marisol también es una versión, concretamente del Crunchy Granola Suite de Neil Diamond.

miércoles, 15 de abril de 2015

Referentes, discusiones y apocalipsis

El otro día dejaba entrever que las expectativas a nivel laboral que tenía se han desvanecido, así que toca volver al principio (si es que alguna vez me había movido de ahí) y seguir buscando. Por otro lado, tuve una ciberdiscusión acerca de la homosexualidad con unos cuantos típicos meapilas. No tengo nada en contra de la religión, es más, aprecio a gente que conozco y es creyente pero si algunos usasen las cuentas del rosario de bolas chinas de vez en cuando el mundo sería un lugar un poco más feliz.

¿Qué tiene que ver una cosa con otra? Que el otro día estábamos un grupo de personas y dos se pusieron a hablar de la crisis que nos espera en 2017 y otro de los datos personales que ponemos en internet, qué pasará si algún día todo da la vuelta y los gays perdemos nuestros derechos y volvemos a estar perseguidos, etc. El caso es que, debido a estos dos asuntos, mi estado de ánimo está un poco susceptible a todo y el bajón y la inquietud que me produjo me ha tenido bajo mínimos unos cuantos días.

Necesito engañarme. Quiero pensar que la especie humana evoluciona a mejor, aunque no tengamos la perspectiva de verlo. Que saldremos de ésta y que aunque se vuelvan a perder batallas que ahora están ganadas no se perderá la guerra. Que a pesar de que me jode darles la razón a los gobernantes de turno, ya hemos dejado de caer y las cosas ya no pueden ir a peor (que no es que estén bien como nos quieren hacer creer).

Por lo menos, la ciberdiscusión me dejó el buen sabor de boca de que ciertas opiniones homófobas no son ampliamente compartidas. Como ya comenté antes, no creo en la censura y están en su derecho de decir lo que piensan. Pero todos tenemos que jugar en la misma liga y es cierto que el hecho de que muchos lleven la contraria es reconfortante. Supongo que la mayor visibilidad de la homosexualidad tiene mucho que ver en esto.

Esto me lleva a pensar en otro colectivo con mucha menos visibilidad: los transexuales. Porque yo no conozco a ninguno y si pienso en los referentes que recuerdo por la televisión me salen Bibiana Fernández (que no es tan malo), La Veneno y Carmen de Mairena (glups). Por eso, hace un tiempo vi este programa y yo mismo me sorprendí de la imagen tan deformada que tenía de ello. Si mucha gente tiene el mismo concepto, no quiero ni pensar en las opiniones que tienen que oír estas personas en su día a día.

Y ya estamos otra vez con las penas, y yo que no quería. Pero esto se ha acabado por hoy. La pseudoalucinación de hoy es combativa (y además reciente, cosa rara en las canciones que pongo). La escuché ayer por primera vez y me ha encantado. Moraleja: si hay que morir que sea matando.

Pseudoalucinación parasitaria de hoy: Opinión de mierda - Los Punsetes.

martes, 7 de abril de 2015

Hoy comemos pulpo rancio

Ya ha acabado la Semana Santa. Muchos estaréis tomando contacto con vuestro trabajo con gran pereza. Yo no. La búsqueda de trabajo no podría ir peor pero paso de contar más tristezas y lamentos. También hice un pequeño viaje a una provincia cercana. A pesar de no ser el destino más turístico del mundo lo pasé muy bien, por la compañía y la hospitalidad de los cicerones.

No me gustan las ceremonias de Semana Santa. Me parecen rancias. Así como las Navidades las disfruto porque la coyuntura trae de vuelta a casa a todos los que viven lejos y me acabo fundiendo en el espíritu, no me pasa lo mismo con estas celebraciones.

Por ejemplo, estos días (y como todos los años) han salido los Legionarios de procesión por Málaga. La verdad es que algunos están de buen ver pero el entorno me resulta tan ajeno a mis creencias y actitudes que ni siquiera recrearme en el físico de estas personas me resulta estimulante. Tampoco es que tenga ninguna experiencia personal mala pero tampoco me invita a interesarme por ello.

Así que, voy a hacer dos sugerencias musicales relacionadas con esto. Una de ellas tiene que ver con la parte religiosa y la otra con la militar. En ambos casos sí que me producen sensaciones positivas.

La primera es una versión de una canción de Georges Brassens. Este cantante y poeta francés inspiró a muchos cantautores españoles de los 70 como Labordeta o Paco Ibáñez. A mediados de esa década, los argentinos Claudina y Alberto (afincados en España desde 1974) hicieron adaptaciones de su obra al castellano. Entre ellas estaba la canción "La Prière", traducida como "Plegaria":




¿Por qué me gusta esta canción? Por el bajón. Es así de perverso. Me parece que transmite muy bien el dolor y la tristeza que llevan a pedir y a rogar por alguien desde dentro.

Ahora viene la canción "militar". Antes de poner el videoclip, hay que ponerlo en contexto. En 1974, antes de la muerte de Franco, se intentó dar un aire más aperturista a Televisión Española mediante programas de variedades. En uno de ellos, Rosa Morena fue a animar a las tropas con una actuación. Imaginaos a un montón de militares todos juntos ellos que pasan semanas sin ver una mujer y, de repente, aparece ella echándole toda la entrega del mundo a su misión:


Hay que reconocer que en algunos momentos se le iba el "play-back" pero, dado el entorno de la actuación se puede disculpar.

Vídeos como éste o el de Rocío Jurado enseñando escote hicieron que a según que estamentos de la época lo del aperturismo les pareciese demasiado. Esto provocó que el director de TVE de la época, junto con el jefe de programas y el de informativos presentasen la dimisión en poco tiempo y que la ola de modernidad se fuese al garete. Pero esa breve etapa dejó momentos cómicos memorables como esta actuación.

Pseudoalucinación parasitaria de hoy: Plegaria - Claudina y Alberto.